Cómo les comenté en mi escrito anterior, esta semana estaremos conversando sobre la relación existente entre la estrategia comunicacional, la estructura física y la gestión diaria. Y no es para menos que este trío anden muy de la mano.
Existe una gran cantidad de rumbos alternativos que se pueden elegir, debido a que el quehacer cotidiano del trabajo, en especial, en el sector comunicacional Gobierno, es complejo y activo.
La mejor estrategia puede llegar a ser inútil si no existe una estructura que pueda hacerla realidad. ¿A qué me refiero? veámoslo detalladamente.
Estructura física
Si la estrategia constituye un plan de acción, la estructura compone el levantamiento y contratación de personas, con el conocimiento necesario, frente a la labor que estará desenvolviendo dentro del equipo, con el fin de que la estrategia sea toda una realidad.
Estos profesionales aportan a la estrategia un nivel táctico en la toma de decisiones rutinarias, es decir, los que resuelven esos detalles en tiempos rápidos. Su capacidad y habilidad de resolver, apoyar y buscar soluciones son fundamentales.
Ilustremos con un ejemplo:
Las páginas en blanco de un compendio, no tienen sentido sin las letras que le hacen interesante, sumado a la experiencia del escritor. No significan nada.
Si lo llevamos al plano gubernamental, por ejemplo, un ministro de educación sin el cuerpo docente que estará impartiendo de su experiencia como profesional de la educación en colegios, le podrá la cabeza en la guillotina a su gestión. Igual pasaría si no cuenta con el equipo especializado en materia de proyectos educativos que converjan con el plan estratégico del Ministerio.
Por lo tanto, se establece como prioritario contar con los esfuerzos de un equipo profesional alineados a conocer el pensamiento, visión y meta de su principal cabeza; además de elaborar los canales a usar, entre otros pasos.
En resumen, el éxito de una estrategia depende de que las tácticas diarias sean coherentes, y de contar con el equipo profesional que la llevará a cabo.
Las decisiones sobre la estrategia suelen tener un nivel alto de centralización, sin embargo, cuenta con dos niveles donde se producen las decisiones:
- A nivel general de Gobierno;
- A nivel de cada organismo en particular.
Estos niveles son expuestos por los especialistas en comunicación gubernamental, Luciano H. Elizalde y Arturo Fitz. Ambos, establecen que en el nivel Gobierno se definen las principales líneas de comunicación del partido de Gobierno o de su principal figura política.
Por lo general, hay definiciones muy concretas que se difunden a través de manuales de estilo que especifican aspectos visuales (logotipo, tipografías, colores, etc) y de tono de lenguaje, apuntan.
Es importante tomar en cuenta el peligro en el que puede inducirse un funcionario, si éste se desarrolla bajo cierta autonomía desviándose de los planes estratégicos. Veamos la relación entre el equipo de comunicación y el principal directivo.
Relación del equipo de comunicación con el principal directivo
Es relevante dar una pincelada a este punto. Existe una conexión que no se puede dejar de lado entre el equipo de comunicación y la cabeza principal de la institución.
Es una dupla dinámica del quehacer diario. Sin esta conexión sería difícil gestionar una efectiva comunicación gubernamental. ¿Por qué lo veo desde ese punto de vista? Porque más allá de los objetivos, y públicos internos y externos, sin esta relación los planes de gestión no pueden ser definidos, puesto que como cabeza principal, la dimensión política de la comunicación siempre estará presente.
Gestión Diaria
La gestión de contenidos debe de convertirse en un proceso central, aunque no es el único factor o renglón que hace de la comunicación sea más efectiva. Sin acompañarse de un articulación y determinación adecuada no es posible contar con el éxito esperado.
Para que la comunicación sea dinámica y de interés para su público, debe de generarse a través de los resultados, de la gestión en sí, de las dificultades, y a su vez, de las soluciones. (El Knowledge managerment) o gestión del conocimiento que realiza el equipo responsable, es el escalón directo hacia una gestión diaria efectiva.
Sin gestión de contenidos, no hay gestión de la comunicación. Al establecer un mecanismo o proceso de producción; una línea a seguir bajo la sombrilla de una estrategia de comunicación, es lo que permite abrir un abanico de opciones para la producción de ellos, y con ellos, una puerta abierta para generar conversaciones, credibilidad, ensanchar las opciones de comunicación y dar a conocer qué está haciendo la institución al igual que su principal incumbente.
Esta trilogía es y será el eslabón que sostiene la cadena de la comunicación en todos sus sentidos. Si lo tenemos bien en claro y presente en nuestro diario vivir laboral, nos será de mucha utilidad y podremos contar con éxitos sostenibles.
¡Nos leemos la próxima semana!