Sabiendo que este 2018 lo tomé como un año de “propósito”, no puedo dejar de lado la importancia de la productividad. Sí, esa que nos ayuda a que la cantidad de trabajo útil, el individuo la realice en un tiempo efectivo.
La veo como casi una relación matrimonial entre el resultado de un trabajo o actividad, con los medios necesarios para su producción o desarrollo.
Definitivamente la productividad empieza por nosotros mismos.
En simples pasos veamos algunos llamados “trucos” de productividad que nos pueden ayudar a sacarle provecho al tiempo durante nuestra jornada que recién inicia:
- Manos a la obra. Simplemente empieza la tarea, proyecto u oficio. Si ya iniciaste será fácil darle un final feliz, ya que nuestro cerebro está programado para “iniciar – terminar”.
- Orden en tu espacio: A mayor orden, mejor manejo. Crear un espacio de trabajo adecuado y ordenado mejorará, sin duda, la productividad de tu día teniendo fácil acceso a las herramientas que necesites. Serán fácil de encontrar al tener tu espacio en perfecto orden.
- Aprende a decir ¡NO! Si rompes la rutina con facilidad, además de perder la concentración por estar diciendo sí en todo momento, es un motivo para atrasarte. Decir no es válido y más si necesitas enfocarte para poder terminar la tarea propuesta.
- Check list: Haz una breve lista de todo lo que harás en tu día productivo. Es un gran alivio cuando repasas tus tareas y te das cuenta que ya son menos los pendientes que faltan por realizar.
- Break: Tómate al menos entre 15 a 20 minutos de descanso cada hora y media de trabajo. Las ideas frescas o modo diferente de ver las cosas surgen cuando el cerebro tiene un respiro.